martes, 26 de mayo de 2009

las ciudades que no me aman



Podría ser el título de la cuarta parte de la trilogía Millenium, pero es la historia de mi vida. Ciudades a las que me entrego en cuerpo y en bicicleta y que a cambio me desairan continuamente, a sabiendas que volveré a ellas, como una droga, como un antiguo amor, como una piedra que ponemos siempre en nuestro camino para tropezar con ella una y otra vez.

Pero yo no aprendo y me empeño. No tiro la toalla y sigo insistiendo aunque una voz dentro de mí me susurra: no te quiere, no te quiere, no lo intentes. Mi último fracaso ciudadano fue exactamente hace una semana. Me pilló con el rostro inquieto, la hormona revolucionada, y acorralada por las horas de mi destiempo (nueva acepción que me acabo de inventar: el no tiempo que tengo últimamente). Me pilló de improviso en una terraza de una ciudad que tal vez me quiera, pero a la que no siempre correspondo.

Y dolió. Dolió el desamor como duele siempre. Y vino el rencor como ocurre a veces. Me sorprendió en mi adoración febril, en esa ciega devoción que yo creía eterna. Me dejó pensativa. Perdida.

Pensé en nosotros. En nuestra relación de años, construida con breves romances pasajeros, con pinceladas llenas de cerveza, con largos paseos bajo los árboles amarillos de tu otoño brillante. Pensé en aquel invierno en que lo dejé todo, agarré mi maleta y me instalé en tu casa, a tus pies, dispuesta a quedarme ahí la vida entera. En lo duro que fue al principio. En lo difícil que me lo pusiste después. En lo triste del abandono y lo triste del reencuentro y lo bello del volver a volver.

Y ahora, otra oportunidad perdida. Otro desengaño. Ciudad malvada que no me ama.

No quiero volver a verte.
He dejado de echarte de menos.
Me he curado a base de resentimiento.


Pero siempre supe que no era verdad. Que volvería.
Otra vez he mirado billetes, he cuadrado fechas.
He pensado ciudad maldita, ciudad talismán:
si no tenemos futuro déjame al menos disfrutar de tu presente.

9 comentarios:

Anabel Rodríguez dijo...

¿Sabías que el título de la primera de millenium era más bien "Los hombres que odian a las mujeres"? Te lo digo, porque el matiz puede que en sueco no cuente mucho, pero en nuestra lengua sí. Puede que tu ciudad no te adore, pero seguro que tampoco te odia. Aunque yo creo que la mayor parte de las ciudades españolas (o sus alcaldes) odian a los ciclistas.
No tiene mucho que ver, pero acabo de acordarme, aquí han colocado un carril bici dentro de una hilera de árboles, así que, o los ciclistas se salen de allí, o se parten los piños... ¡Pobres!.
Besos gordos y amorosos (of course)

RGAlmazán dijo...

Pues sí, lo de los amores no correspondidos es una realidad. Y pasa también con las ciudades. Pero soy de los que opinan que hay que insistir, entre otras cosas porque no queda más remedio o porque te crea mono.
Siempre se vuelve a lo que se ama.
Un beso.

Salud y República

Álvaro Dorian Gray dijo...

Que grande Muchachito. Te robo la frase "no tiempo"... me ha gustado.
saludos y salud

Bea dijo...

Con las ciudades siempre tenemos una relación amor odio.
Días en los que disfrutas de lo que te ofrece y dias en los que odias cada rincón.

Hay que aprender a convivir con ellas, como un matrimonio, con sus cosas buenas y malas, pero sin olvidar que hay cosas por las que hay que luchar, como los carriles bicis (por cierto, pronto empezaré a llevar la construccion de uno aqui en Salamanca).

Odiar o amar...esas son las contradiccones del ser humano y los desencantos que de vez en cuando se sufren.

Besos

Anónimo dijo...

Tosabu dice:
¨Cuando una puerta se cierra, otra se abre¨.
Todo llegará en su monento.Besitos.

Gemma dijo...

"No quiero volver a verte.
He dejado de echarte de menos.
Me he curado a base de resentimiento. Pero siempre supe que no era verdad. Que volvería."

(me das una alegría)

No es Madrid tu amor, ¿verdad? Tienes que estar hablándonos de Berlín... ;-P

Me despido con otro pedazo de cita, esta vez de nuestro amigo Rafa: "Siempre se vuelve a lo que se ama" (y menos mal qu es así).

Otro beso

Gemma dijo...

bueeeno, vaaale, ya veo por el título en plural que incluyes a Madrid (yo también la amo).

gemotilia dijo...

Estaba escrito que no podías ir, ya predije que si ibas te echarías novio alli, y te quedarías forever, saldrías en Madrileños por el mundo y cuando te preguntasen que es lo que más echas de menos dirías "A mi gente" Como esto no podía ser, y después del 1 va el 2 tu echate un novio español y luego te vas una temporadita con él a vivir a Berlin y asi nos aseguramos todos de que será temporal.
Menudo rollo conservador que me ha salido, pero es que es lo que pienso, quiero poder decir: "llevamos mucho sin vernos" y que hayan pasado 3 semanas como mucho, y coja mi punto lo aparque en una obra de Alonso y podamos ir "por las afueras de tu barrio" a comer sushi o lo que sea....

Gemma dijo...

Ya me enteré: nos vemos, pues, en Berlín. ;-)

Cuento a la vista

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