Metidos en la rutina, en una oficina sin ventanas, o con ventanas que dan a un feo polígono industrial, en los pasillos de un hospital, en los platós de televisión, en los mercados internacionales o en los comercios locales, se nos escapa sin querer el pulso de los lugares que habitamos, la vida tal y como ocurre al otro lado del cristal. Por eso a veces, uno se pregunta que se esconde ahí fuera, cuál es el ritmo, cómo respira Madrid, sus tiendas, quién se oculta en los coches que, fuera de la hora punta, atascan la Gran Vía, a qué hora resucitarían nuestros cuerpos sin el silbido estridente del despertador. Cómo sería vivir un lunes al sol.
El futuro es incierto pero no más de lo que lo era antes.
Hay cosas que ya no me pregunto. Que ya sé.
Y no sólo los lunes son más bonitos.
Los domingos también.
7 comentarios:
Me parece que mi cuerpo no hubiera resucitado sin el despertador. Estoy ya para pocos trotes y sueños ajustados a esa realidad que mencionas, así de triste.
Este texto me encanta. Me recuerda a lo que yo llamo mis "crónicas", esa sensación que te asalta de pronto, que te mueves por una especie de inercia y, a veces, hacia ninguna parte. Me gusta mucho, por favor, escribe más así.
Yo también quiero lunes al sol,aunque después te canses de vaguear y al final del día te sientas más vacía ...pero, una temporadita sienta muy bien.
Pues si ese es el precio, yo quiero sentirme mucho más vacía.
A que sorprende, ¿eh, Marieta?, la cantidad de gente que se toca las narices y no hace ¡nada!, salvo empezar a tomar el vermú a las 12:30 a.m.
La primera vez que me quedé de vacaciones en Madrid creí que llegaría a La Dolores y tendría toda la barra para mí. ¡Já! Qué ingenuo soy.
Pero ahora estoy en el curro y ni se me ocurre pensar que hay vida ahí fuera.
Te mereces un descanso. Aprovéchalo que luego se acaba.
Yo ahora estaría los lunes al sol, si no fuera porque en Bélgica hay poco de eso...
Pero tienes razón, se vive de forma diferente, más pausada, el tiempo pierde una parte de su significado y... te levantas a las 16h sin el despertador
Los lunes al sol, un camino distinto, dejar que tu parada de metro pase de largo, llegar a una estación de tren y tomar el primero que pase. Oficios de ruptura, volver a sentir ese pulso que a veces perdemos en brazos de la inercia...
Anda, anda Fleischman...que no estás tu para estos trotes???no me lo creo...
bpb si que son sensaciones que te asaltan de repente, ese vivir diferente, ese desayunar a media mañana sin otra preocupación que buscar una terracita al sol...es un gustazo!
no es vaguear!!¿es que siempre tiene que ser uno productivo? es como el artículo sobre el aburrimiento del pais semanal de ayer
http://www.elpais.com/articulo/portada/mil/caras/aburrimiento/elpepusoceps/20100321elpepspor_5/Tes
Nan, sí que sorprende...en Madrid somos tantos que hay de todo y todo está siempre lleno...
Peludo...seguro que llega pronto(el sol)
Alicia, sí que es tomar un camino distinto, es coger fuerzas, descansar y plantearse las cosas que normalmente no tenemos tiempo de plantearnos...
un abrazo fuerte a todos
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