viernes, 12 de agosto de 2011

Como si el mundo se parara

Vacaciones. Qué extraño término. Una se toma vacaciones del trabajo, de su ciudad, de su país, a veces también de su gente. Una coge un avión, o un coche o una bicicleta. Una recorre a golpe de pedal un río centroeuropeo y todo gira al ritmo de sus ruedas, todo marcha a la velocidad que el viento y tus piernas marca.

Pero la conciencia no tiene vacaciones, ni el corazón, ni el planeta. La cabeza sigue dando vueltas. El mundo también. Y una se aisla. E Internet se apaga y no hay ningún quiosco en esos pueblos bárbaros donde se pueda comprar un periódico español. Y entonces es como si el mundo se parara.

Y de vuelta a casa vemos que no, que no hubo vacaciones. Que el mundo no para. Que Madrid no duerme. Que cada día sigue saliendo el Sol.

3 comentarios:

NáN dijo...

La vida es sesión continua y aunque a ratos salgas al bar, o a dar un larguísimo paseo en bicicleta, la proyección sigue.

La parte buena es que estás aquí.

María a rayas dijo...

Es verdad Nano, es sesión continua. Lo que pasa es que a veces no estamos atentos a la película, o salimos un rato a comprar palomitas, o a mear... (esas cosas...)

A ver si nos vemos pronto, en mezcalerías, librerías o que se yo, en el barrio

un beso
María

Microalgo dijo...

Y bueno.

Yo la echo de menos, fíjese qué pamplina.

Cuento a la vista

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La parte niña del vestido a rayas