lunes, 18 de mayo de 2009

Hagamos un trato, Mario



Hagamos un trato, Mario.
Tú te vas, sí, te vas.
Pero nosotros nos quedamos con tu poesía.

5 comentarios:

Anabel Rodríguez dijo...

Hagámoslo, porque no nos queda otro remedio.
Besos

Bea dijo...

Todos deberiamos leer algo de Mario.
Efectivamente Marcela, nos quedamos con su poesía y aquí va una de ellas porque es lo mejor que te puedo escribir.


ARCO IRIS


A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea

sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo

sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente

y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin desesperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía

llorar
sólo llorar

entonces su sonrisa
si todavia existe
se vuelve un arco iris.


Mario Benedetti

María a rayas dijo...

Bea, qué bonito regalo, muchas gracias! Además acertaste de pleno, lo que necesitaba hoy era precisamente un arco iris...

Anabel, pues sí, no nos queda otro remedio...

Microalgo dijo...

Qué jodida primavera, ésta.

Un beso, fugaz niña. A ver si la próxima vez tenemos más de treinta segundos.

María a rayas dijo...

pero bonitos los treinta segundos no?
tan de improviso...
como los grandes encuentros
;)

Cuento a la vista

Cuento a la vista
La parte niña del vestido a rayas