Los sueños pueden cumplirse o no.
Pero eso es lo de menos.

Lo de más es seguir levantándose cada mañana deseando algo con fuerza (que Charo no se haya acabado la leche, que el trabajo no sea duro, que me llames y me digas que vienes y nos tomemos una cerveza y nos comamos la noche o a besos)
Lo de más es tener a alguien a quien contarle los sueños, las pesadillas. Antes, durante o después del café.
Lo de más es sorprender el brillo en tus ojos cuando hablas de un nuevo proyecto. De otro sueño.
Lo de más es no dejar nunca de creer en ellos.
No dejar nunca de tenerlos (y de compartirlos)
Pero eso es lo de menos.

Lo de más es seguir levantándose cada mañana deseando algo con fuerza (que Charo no se haya acabado la leche, que el trabajo no sea duro, que me llames y me digas que vienes y nos tomemos una cerveza y nos comamos la noche o a besos)
Lo de más es tener a alguien a quien contarle los sueños, las pesadillas. Antes, durante o después del café.
Lo de más es sorprender el brillo en tus ojos cuando hablas de un nuevo proyecto. De otro sueño.
Lo de más es no dejar nunca de creer en ellos.
No dejar nunca de tenerlos (y de compartirlos)
¡Feliz Navidad a todos!
La ilustración/felicitación está vilmente robada a mi amiga Raquel, que a veces no cree en los sueños pero que no deja de perseguirlos con fuerza.