jueves, 22 de mayo de 2008

ITALIA

Durante seis meses viví, en la misma habitación, con Micol, una chica de Treviso. Tenía los ojos azules y el pelo corto y se convirtió, en muy poco tiempo, en familia. La mañana que se fue para siempre de Erfurt, habíamos estado de fiesta hasta las tantas, bebiendo, riendo, llorando. Cuando sonó el despertador, la resaca no dolía tanto como la inminente despedida. Recuerdo haberle dicho adios en aquella estación, permanentemente en obras, de mi ciudad del Este y haber comprado berlinas para desayunar sola. Recuerdo haberme metido en la cama, otra vez, y haber dicho Gute Nacht a una cama vacía. Fue la primera vez que sentí el dolor de una ausencia, ese desgarro dentro que estremece, ese vacío por el que pareces caerte hacia la nada.

No fue la única. Virginia, la Virgi, era de Florencia. Me hizo tres o cuatro rastas que llevé conmigo durante años y sus ganas de cambiar el mundo reforzaron las mías. Siempre que la veo, y no es tan a menudo como quisiera, me contagia sus rizos, sus locuras, su fuerza.

Con Elda, de la región de Abruzzo, compartí cafés y confesiones, fue el abrazo en momentos duros, la palabra justa cuando el amor se me desvanecía dentro y me dolía tanto. Con ella estrené el rojo en mi cabeza, y mucho después descubrí la playa romana, el verano tranquilo en la ciudad caótica. Juntas soñamos con Vespas por el suelo empedrado y planeamos viajes (pendientes) a Calabria o Sicilia.

A Davide me llevó una tormenta berlinesa y luego un avión con destino Venecia. Me recibió con una botella de vino blanco que bebimos una noche de verano junto al canal. Luego nos cayó la lluvia. Montados en un viejo escarabajo nos fuimos a un lugar donde el Adriático se acaba y deja de ser profundo. Le regalé la lectura pausada de los dos primeros capítulos de Rayuela y, a cambio, me llevé un libro de John Fante que nunca le he devuelto.

Estas son las coordenadas en las que se sitúa mi Italia:
Micol.
Virginia.
Elda.
Davide.
Esta es la Italia que me gusta, que añoro, que quiero.
La Italia a la que sueño volver.

Pero el periódico me escupe otra Italia fea y absurdamente real. Una Italia en la que soñar un futuro mejor es un delito, en la que ser diferente es un pecado, en la que la solidaridad merece una multa. Una Italia en la que los rumanos de hoy, se parecen a los judíos de Alemania en el 36.

Y no lo puedo evitar, duele...



La foto, hecha en Londres, es de una de las figuras de
Los Burgueses de Calais de Rodin.


19 comentarios:

FBlack dijo...

Esperemos que la sensatez acabe por imponerse...;)

RGAlmazán dijo...

Has dado en el clavo.
Esta es la Italia que yo también recuerdo. La de Beppe, la de Franco, la de Gemma, la de Beatrice... Esta es la historia que me interesa, como a ti.
Lo demás, me duele y me jode, sobre todo por ellos, mis amigos.

Salud y REpública

Gemma dijo...

Yo, si quieres que te sea sincera, no me lo acabo de creer.

Hoy mismo leía en El País que Berlusconi ha probado por decreto ley la expulsión de todos los inmigrantes

Una cosa no entiendo: ¿como ha podido salir reelegido este fantoche "fascista" (y lo digo literalmente, pues él mismo ha reivindicado ese ideario hace apenas dos días)?

¡Cuánta culpa y responsabilidad tienes los propios italianos!
(Tambien Hitler llegó en el 33 al poder elegido democráticamente)..

Como decimos por aquí, "fa por" (da miedo)...

Besos, guapa

Gemma dijo...

...inmigrantes sin papeles.

Anónimo dijo...

A mí la Italia que me interesa es la de mis amigos, que obviamente, no votan a Berlusconi. La otra me da mucho mucho miedo... ¿Soy yo, que estoy pesimista, o esto puede ser el preludio de tiempos muy muy complicados?

Anabel Rodríguez dijo...

¡Qué cabe esperar de un presidente que nombra ministra de igualdad a una modeluqui, que ataca a homosexuales? No sé, tal vez Italia se merezca el gobernante que tiene, tal vez no. Pero lo cierto es que después de la II Guerra Mundial, van prácitamente a gobierno por año, y eso no tiene sentido de ningún tipo.

Víctor González dijo...

Empiezan a perfilarse amiga Marcela dos Europas bajo la superficie, tenuemente, y es que siempre estuvieron ahí: Una la de la superestructura gris y todopoderosa que lo va constriñendo todo lenta pero inapelable, y otra, la nuestra, la de gente con conciencia, con esperanza de lo justo, que va arracimándose poco a poco en torno a diferentes polos, (este de los blogs es uno por ejemplo). Esta otra Europa debe de volver a despertar del letargo ideologico, que produce el bálsamo del bienestar y con la modernidad del siglo XXI recuperar el contacto con nuestros semejantes, y disfrutar de compartir ese bienestar, que hay para todos.
Saludos.

Bonita del Norte dijo...

mmm pues italia los hecha, pero europa aprueba decretos que tela telita tela... en fin... que tristeza de mundo...

Bonita del Norte dijo...

echa echa echa... sin h h h...

los siento marcelita que se me ha escapado...

María a rayas dijo...

Brujaroja...a mi también me da bastante miedo, francamente...Italia a veces no parece un país, parece una colección de despropósitos...

con respecto a la responsabilidad de los propios italianos que dices, Mega, pues mucha sí que tienen, que al fin y al cabo son quienes votan, pero también hay que recordar que la gran mayoría de los medios de comunicación son de Berlusconi y que si se alimenta la carnaza y la sensación de miedo e inseguridad, pues ya la hemos líado...

a mí lo que me alucina es, no tanto que se vote a un "fascista", que también, sino sobre todo que voten a un tipo que SABEN a ciencia cierta que es un DELINCUENTE y que va a legislar a su favor siempre...eso sí que se me escapa...
(por cierto que ya ha empezado a mover ficha para que una de sus teles que emite ilegalmente quede exenta de toda condena...)

y con respecto a lo que dices Señor-ina, pues si que andamos finos, porque la UE tampoco es que se moje mucho con el tema de la inmigración...

qué pronto olvidamos lo que fuimos...
así nos va...

un beso a todos...

NáN dijo...

Italia tuvo la mejor izquierda, pero entró al trapo de la violencia de los fascistas unidos a la mafia unidos (la relación está probada hasta en las pelis del Padrino) a la Democracia Cristiana unidos al Vaticano.

Y la izquierda desapareció.

Fascis + mafiosos + demócratas cristianos + Vaticano = desaparición comunistas & canibalización de socialdemócratas.

La tragedia, en esta era del espectáculo, se hizo comedia repugnante.

Y viendo cómo la gente pasa de la política (tal como desde los laboratorios de la derecha se ha impulsado), la repugnancia habitará entre nosotros.

Vamos quedando, es cierto Víctor, algunos como islas. Recordemos la suerte de los artistas e intelectuales en los años 30, en España y Europa, y veremos lo que nos espera si no empezamos a conectar unas islas con otras y crear un red que pueda enfrentarse a Lo Real. (pero con realidad, no con líricas).

Gemma dijo...

Desde luego, María. A mí también se me escapa por qué los italianos (y hablo en general) no sienten miedo (pánico, en realidad) del mal tipo éste....

Una diputada gitana del parlamento italiano comentó, recientemente, sobre Berlusconi más o menos lo siguiente (no tiene desperdicio):
"Se preocupa por perseguir con dureza a los débiles y de tratar con debilidad a los fuertes"."

Pues eso. ¿Es que no se dan cuenta?
A mí me parece que tendrían que raccionar, antes de que fuera demasiado tarde... (Y ya lo va siendo).

Avan dijo...

No veo en Berlusconi a un facha... simplemente veo a un trepa, a un empresario sin escrúpulos que sabe que el Estado es un valor seguro a la hora de hacer negocios. Se sirve de medidas populistas para llegar a la gente y al poder, se ríe del votante en su puta cara, y la gente, en respuesta, le ríe la gracia...el problema radica en que, en general (obvio, no lo digo por los que aquí habéis comentado) el mundo, más que asco, siente envidia ante la actitud del tipo este. En el fondo mucha gente quiere ser un Berlusconi, y ahí es donde reside el problema. ¿Facha?, no, simplemente un geta. Joder, toda América, norte y sur, está plagada de apellidos italianos....

Y no tiremos balones fuera, que aquí en spain, estamos para hablar.

Avan dijo...

jeta jeta, joder, los aturianos no sabemos escribir, ni la -ina ni yo!

Perdón a todos los castellanos, ya lo decía nuberu ;"dios nos llibre de castiella", es que estoy ligeramente borracho, Ayss, traigo una tajada que no es normal, más que nada porque salgo del curring dentro de dos horas!!!

Víctor González dijo...

La lírica amigo Nam puede ser un polo de atracción como cualquier otro, si bien es cierto que aquí no encuentro por lo general "berzotzs" que estos están enfrente para su mal. Y si vienen y se unen? Sería sin un tiro, sin un grito, sin un golpe, sería con el poder de la palabra y la razón.
Este laboratorio por contra, es casero como las reboticas de los pueblos. Menos letal que el de la derecha, con menos química, pero más natural y unido a la raiz.

NáN dijo...

Amigo Víctor: una cosa es que crea que nos van a ir exterminado (más písquica que físicamente) como a ratas.

Y otra cosa es que no desee que eso no pase y hasta llegue a creerme que no pasará.

Te dejo uno de mis versos preferidos de José Agustín Goytisolo. Es el final del poema Algo sucede:

porque el mundo camina
con el paso implacable de hombres como vosotros
que creen en la vida y que por eso
mueven el mundo sin pegar un tiro
mientras sea posible
o bien pegándolo.

José Agustín Goytisolo

María a rayas dijo...

Nán...precioso el poema de Goytisolo...

Víctor, quedémonos con la palabra, y confíemos en que el sentido común acabe por imponerse...

yo prefiero, a pesar del miedo, de esos momentos de pesimismo aplastante, de esas noticias desastrosas en el diario,seguir soñando un poco...

porque si no queda la esperanza, ¿qué nos queda?

Víctor González dijo...

Goytisolo amigo Nam, ese zarandeador de conciencias suavemente, era talentoso destacado en los últimos tiempos entre los destacados. Bien vistos y traido sus versos.
No me resignaba con diez y siete y sigo sin hacerlo, es sólo eso, aunque ahora creo más en la palabra.
Saludos a los dos.

Víctor González dijo...

Hace ya algún tiempo de los diecisiete, por eso no he recordado su forma escrita.

Cuento a la vista

Cuento a la vista
La parte niña del vestido a rayas