martes, 11 de noviembre de 2008

coordenadas


Tengo tres mandarinas sobre la mesa y un ventanal que no da a la calle. Una factura con el IRPF mal calculado y una agenda llena de tareas sin hacer. No se si hace sol o nubes y no me importa, porque mi ventana al mundo es este ordenador desde el que escribo, porque cuando salga, ya no habrá ni sol ni nubes, solo una oscuridad que lo absorberá todo.
Estas son mis coordenadas. Aquí estoy.

Mi ventana al mundo me trae noticias de otros rincones. Nuevas coordenadas, un piso viejo-nuevo que compartir en una ciudad de lluvia y Europa fácil. Una ciudad amarilla y llena de olores. Un hospital sin medios en el trópico donde comenzar una carrera brillante. Una maleta a medio hacer rumbo a una furgoneta, rumbo al sur. Más coordenadas.

No lo oigo pero lo intuyo y un pitido violento en mi móvil me lo recuerda. Sobrevolando mi cabeza, este Madrid contaminado, los aviones se desvían hacia Barajas, aterrizan. Otros despegan y los mismos que llegaron se fueron. Sin marcar coordenadas, de puntillas. Tan cerca, podría invitarte a tomar un café. O a comer mandarinas. Tan a punto de estar lejos, de fijar nuevas coordenadas, quien sabe en qué lugar impreciso del mapa.

Yo en mi oficina- las coordenadas claras- miro hacia la ventana que no da a la calle y pienso en el mismo cielo que no disfrutamos.

Pelo una de las mandarinas sobre mi mesa y sigo trabajando.

4 comentarios:

Anabel Rodríguez dijo...

Las coordenadas claras. Me encana esta entrada. Te ubicas en un momento y lugar determinado, me muestras por palabras, y a través de tus ojos, veo tus mandarinas, tu ventanal interior(que contradictorio ¿no crees?) tu mesa muy ordenada.
Ahora pienso, ¿cúales son mis coordenadas? ¿están claras?. Ahora las busco.

Anita dijo...

Mis coordenadas son las de siempre, aunque cada dia estoy más segura que cambiarán de posición, ¿dónde? No lo sé,pero creo que aún no he encontrado mi sitio.

Muakk

Anónimo dijo...

Mueve tus coordenadas un poco a la calle... Leñe!!!. XD

Que a ratos a echo un bonito sol, al menos lo parecía desde el ventanal que ostenta mi compañero.

Un beso.

María a rayas dijo...

Anabel, mi mesa ordenada??????? impresión incorrecta, lo que pasa es que solo he mostrado una pequeñita parte ;)

Anita, tan importante como encontrar nuestro sitio es no dejar nunca de buscarlo

ay anónimo, por qué siempre son los otros los que ostentan los ventanales???

un beso a los tres desde estas coordenadas...

Cuento a la vista

Cuento a la vista
La parte niña del vestido a rayas