lunes, 24 de noviembre de 2008

Salir al frío


Dicen que llega una ola de frío polar y yo mientras tanto perdiendo pañuelos mexicanos con los que arroparme. No le echo la culpa al viento aunque se lo llevo él. Me da la sensación de que a pesar de la pérdida todo se trata de una estrategia del destino para indicarme el siguiente paso. Acepto el consejo y salgo a devorar la noche y me como una paella descongelada para desayunar.

Despierta el domingo con sol y con Charo colándose en mi cama. Salimos, cañeamos, respiramos este día soleado de noviembre y tarde, muy tarde, cocinamos que para eso es festivo y comemos queso y bebemos vino. Sandra se acurruca en el sofá de nuestro salón recién recolocado y maldice el invierno. Luego Frauke y yo nos tomamos un té caliente y yo me duermo a sus pies mientras pasa de largo otro domingo. Llega el lunes. Llueve.

En mi oficina, a punto de escapar, comienza a colarse la noche por la ventana. Yo sueño con mojar mis pies en alguna playa del Adriático. Cerrar los ojos y sentir el sol caliente de algún verano, pero tengo las manos frías así que recupero pronto mis coordenadas. Una ciudad amarilla tampoco estaría mal. Cuadro fechas, busco billetes, sigo soñando. Paty escribe un email desde La India y es extraño porque en casa aún se huele su presencia.

Repaso la tarde y las horas que me quedan hasta llegar a casa y me digo a mi misma que tengo que dejar de hacer tantas cosas. Pero no creo que me haga caso. Guardo un borrador de un email que tal vez no envíe nunca. Me lo pienso. Trato de sacudirme la pereza de los dedos y corregir otro guión más.

Pero ya es casi la hora de salir al frío. No merece la pena.

4 comentarios:

Beatriz dijo...

Hoy ha estado nevando en Aguilar de Campoó. Cuando regresaba a casa me abordaban sentimientos contradictorios de lo bella que es la nieve y de lo mucho que me gusta la playa y el buen tiempo...pero es bueno porder tener la suerte de disfrutar de todo no crees Marcela?

El frío hace que puedas acurrucarte con alguien bajo una manta, esas pelis de por la tarde sabiendo el frío que hace fuera...todo tiene sus cosas buenas sólo hay que buscarlas.

P.D. Patadas....unas cuantas!!!JEJEJE

Gemma dijo...

También está nevando en Berlín. Como ayer, como anteayer. Aquí si pierdes un pañuelo mexicano, y hasta alemán si me apuras, pillas un catarro que ni te cuento.

;-P

Un beso

María a rayas dijo...

Bea, pues sí, disfrutar de todo y todo a su tiempo. Yo no me quejo, a mí me encanta el frío, y las bufandas, manoplas, gorras y demás complementos (y los abrigos que me vuelven loca)y los domingos de invierno en el sofá...pero supongo que siempre queremos lo que no tenemos...

Mega...ya de vuelta por estas latitudes...lo tuyo sí que es salir al frío...sujeta bien el pañuelo/bufanda no te lo vaya a robar el viento...

abriguense ambas, hagánme el favor...

Anita dijo...

Salir al frio y disfrutar de él también es posible. Ya te veo por esos "Madriles", con un buen abrigo, gorrito, bufanda y guantes pedaleando en tu bici.

Ya vendrá el calor del verano. Tiempo al tiempo.

Muakk.

Cuento a la vista

Cuento a la vista
La parte niña del vestido a rayas