
Con retraso quiero contar cosas que parece que sucedieron hace mil años. Una llegada a una ciudad repleta de mujeres invisibles, fantasmas negros sin ojos ni manos, té dulce en cada esquina, carteles en idiomas imposibles, taxistas que chapurrean ingles y que nos cuentan, colchones duros, ruinas y mezquitas. Con retraso quiero contar una ciudad que me acogió con lluvia y luego me descubrió un patio maravilloso donde comer manjares repletos de especias. También podría hablar del millonetis kuwaitíes y su tropa de amiguetes que cazaban con halcones en el desierto. Era tan guapo que habríamos formado parte de su harem si nos lo hubiera pedido. Podría hablar de Fran y sus ciudades amarillas, de cómo se defiende en árabe y como su casa, sea en la esquina del mundo que sea, sigue siendo su casa, llena de papeles, revistas, libros, llena de ropa tirada y de post it con cosas escritas en la pared.
Podría hablar de Siria pero lo haría con retraso. Estamos en Petra y una ciudad excavada en la roca nos espera. Será esta noche y no importará el frío.
Y aunque esté oscuro todo será amarillo...