martes, 3 de febrero de 2009

La tristeza

Si es domingo y llueve lo que esperas es la tristeza. Sentada en alguna silla roja del salón espantando fantasmas con la mano y comiendo a deshoras, lo que toca, sin duda, es la tristeza y lo sabes. Lo niegas pero no te creo. Sonríes. Estás muy guapa a pesar del cansancio y las ojeras, a pesar de la melena indomable y el pijama descolorido. Si no te conociera diría que se te escapa una felicidad pausada por las esquinas de tu boca y que caminas en equilibrio sorteando los obstáculos con elegancia.

Pero no me engañas. Eres tú y es domingo y llueve y sé que esperas la tristeza para que una vez que te alcance puedas salir a pasear conmigo bajo la lluvia, dejar que te resbale dentro, escupirme a la cara malos presagios y soñar historias de final incierto.

Sin embargo algo ha cambiado y ni tú ni yo sabemos qué es. Esperas la tristeza este domingo de lluvia pero no llega y maldices en alto. Contrariada. Extrañada. Inquieta. Luego me miras con resignación y te intuyo un vacío dentro. Pero no hay nada que hacer, te digo, tu invitado, esa tristeza de domingo, últimamente no hace más que darte plantón.

Y así, con la lluvia al otro lado de nuestro salón, nos entregamos al placer de la risa.

7 comentarios:

Retro Head dijo...

Que lindo lo que escribiste, jaja suena algo con muchos colores...segun mi imaginación que me hace ver visiones extrañas cuando leo algo produciendo que entre en la lectura como si fuese mía :)

Adios .

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Más vale así. A veces, sin embargo, debe ser difícil acostumbrarse a eso...

Bonita del Norte dijo...

queremos lo que no tenemos... eh pequeña... mmm ya podia irse la tristeza al carajo... aunque ahora el cansancio le gana el pulso y la tengo un poco olvidada... casi mejor así

ETDN dijo...

Bendito plantón, entonces. Mejor la risa, aunque no pegue con la lluvia ni con las tardes de domingo.

Gran relato que se empeña en ser triste y al final no lo consigue.

muack!

NáN dijo...

¡Qué risa, la tristeza qué no llega, ¿no?! Y tan endomingada que solía presentarse con su vestido de corte recto que no dejaba adivinarle las piernas.

Esta lluvia está barriendo muchas telarañas de los corazones. Voy de blog en blog, dando la enhorabuena.

María a rayas dijo...

Pues sí Nan, que risa! Bonita descripción la tuya, me la imagino yo también así, endomingada y vestida como para ir a misa...;)

ETDN...y digo yo que lo mismo el plantón se lo dimos nosotros no?

MIcroalgo, lo de acostumbrarse...supongo que es cuestión de tiempo, que a todo se adapta uno...

Señor_ina entre el cansancio y la tristeza...no se yo con que me quedo. Si te digo la verdad creo que con la tristeza que siempre es más productiva...aunque difícil decisión...

Retro head, me alegro que entres en la lectura y la hagas tuya...de eso se trata en realalidad... bienvenida al vestido a rayas!!

un abrazo a todos!

Cuento a la vista

Cuento a la vista
La parte niña del vestido a rayas