Estuvieron caminando durante mucho tiempo buscando precisamente aquello: el mar. Sin embargo cuando por fin llegaron sólo encontraron un agujero. Se asomaron y escucharon la brisa, el vaivén de las olas y los graznidos de las gaviotas. Olieron la sal, sintieron la humedad del ambiente, se empaparon del horizonte infinito.
Cuando trataron de colarse por el agujero se dieron cuenta de que era demasiado pequeño. No cabían. No podían alcanzar el mar.
Pero no se rindieron.
Cuando trataron de colarse por el agujero se dieron cuenta de que era demasiado pequeño. No cabían. No podían alcanzar el mar.
Pero no se rindieron.
6 comentarios:
como Abelardo y Eloísa:
http://www.goear.com/listen/774b6c8/Pajaros-de-Portugal-joaquin-sabina
Me hiciste poner sensiblote...., algún parecido con El Túnel?
saludos.
Aroa!todos buscamos el mar, como Abelardo y Eloisa, solo que el mar, para cada uno es algo diferente, no te parece? (bueno, ya sabes que yo no soy excesivamente sabinera...)
Rafael, todo parecido con el Tunel es pura casualidad, porque ese libro está en mi lista de libros a leer (y no leídos...). Bienvenido al vestidoarayas.
un beso!
Qué agujero más pequeño para encontrar el Mar,habrá que rodear el tunel pero al final encontrarás esa inmensidad que ningún hombre ha podido dominar.
Un besazo marino.
¿Cómo puede verse un horizonte infinito por un agujero como ese?
Hum, hum, hum...
a las pruebas me remito Davicillo...
beso!
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