viernes, 6 de noviembre de 2009

Y se queda Madrid

Se queda a este lado de la Gran Vía, con las plantas colgando en el balconcito que vio pasar veranos, periódicos y bocas carnosas de tomate y aceite. Se queda esperando, con ese abrazo de nubarrones y lluvia ácida, de pintadas por las paredes reivindicando la nada, con su galopar de autobuses eléctricos, con sus fiestas guardadas en pisos recién estrenados. Se queda Madrid y yo vuelvo a visitar un aeropuerto y a mirar hacia atrás y a contar los días.

Desconecto. Unos días.

Pero, soy insoportable, siempre quiero lo que no tengo.
Esta ciudad a la que le soy infiel de pensamiento, palabra, obra y omisión.

Por poner un ejemplo.

4 comentarios:

Anabel Rodríguez dijo...

Y yo me pregunto ¿hacia donde vuelas hoy? ¿a donde te lleva ese deseo de infidelidad que acarreas?. Espero que nos ilustres cuando vuelvas. Muacccc.

RGAlmazán dijo...

Buen viaje guapa. Supongo que te espera Berlín. Dale recuerdos. Y pásalo bien.
Besos.

Salud y República

Álvaro Dorian Gray dijo...

Pues te has perdido unas procesiones increibles... jejejeje
saludos y salud

María a rayas dijo...

Rafa...Berlín...no hombre...si todo el mundo estaba ahí este finde, yo voy de original por la vida...;-)

qué penica las procesiones...álvaro, con lo que a mi me gustan...pero mira que en Barcelona no se estaba tan mal...

Anabel, misterio resuelto;-)

besitos

Cuento a la vista

Cuento a la vista
La parte niña del vestido a rayas