domingo, 10 de febrero de 2008

El parque

El parque era de arena, tenía, recuerdo, un columpio extraño, que sólo he visto ahí, y tremendamente peligroso. Era circular, con un poste en medio, y además de girar (y marearte) corrias el riesgo de chocar con el poste si no estabas atento con los pies. Lo suyo era no montarse sola sino con más gente, para que equilibraran.
En el parque además había uno de esos aparatos en los que te subías y tenías que cruzar al otro lado colgada de los brazos. Era imposible, creo que en todos los años en los que fui nunca conseguí pasar al otro lado.

Este sábado volví al parque. Hacía años que no lo veía. Me llamo la atención que la Sierra de Gredos al fondo, y que tanta nieve y tantos picos no tuvieran un hueco en mis recuerdos.

(Cuando jugaba con mi primo Manuel... siempre pegado a un balón
Aquellos meses de julio que duraban años...cuando Indurain ganaba los tours
Los micromachines lanzados por el callejón al lado de casa de la abuela...
Las peleas
por la game boy...
Hundir la flota...

Las paellas en el río...)

Y el parque... que ahora no tiene arena, ni columpios abrecabezas, ni refuerzabrazos. Es todo aseptico, colorido y seguro. Hay un cartel fuera que prohibe... ¡comer pipas!

Es-toy-en-shock.
¿qué es un parque sin arena?
¿qué es un parque sin columpios de los que caerse?
¿qué es un banco de un parque sin una colección de cáscaras de pipas alrededor?

¿Tanto tiempo ha pasado?

8 comentarios:

Gemma dijo...

El mundo cambia más rápido que nuestra memoria.

Aunque para mí lo de Induráin fuera ayer mismo, yo también recuerdo haber jugado de pequeña (y ha llovido bastante) en parques de arena con atracciones de hierro super oxidado y peligroso.

Ahora, por lo visto, educamos a los niños como si todo fuera de mentira, irreal.

Anónimo dijo...

nos hacemos mayores y los niños de hoy no sabran que son las noches en el parque comiendo pipas, ni dejarse las rodillas al caerse de un columpio sobre la arena,ni tantas otras cosas...

conserva tus recuerdos, son únicos.
besos

AROAMD dijo...

los niños de libro, la vida de manual... ajjjjj
1.sacar al niño dos horas al sol
2. poner al niño a dormir de lado
bli
bli
bli

ay, de todas formas, voy a confesar que yo era una prudente ... que la infancia donde te juegas la vida, y la adolescencia loca, me llegaron tarde... (jiji, ahora)
y que nunca pasaba del segundo peldaño del puente de hierro
ni me impulsaba lo suficiente en los columpios...
una cagona, vaya

asi que hubiera agradecido las seguridades, pero no que me quiten el olor a pipas de una abuela en un banco viendo con su pequeño se la juega entre los tétanos, hierros punzantes y las alturas

mari, donde has estao?

Anónimo dijo...

El parque que hay en frente de mi casa nunca ha sido de arena... pero sí de hierros... el tobogán era inmenso, estaba como a cinco o seis metros de altura, y no estoy exagerando... daba miedo subir, pero si subías eras un crack y te tirabas como un rey, era el mejor tobogán del mundo... y también el más peligroso... ahora el tobogán que hay no llega a tener más de un metro de altura... la seguridad atrofia las ansias de riesgo de los nenes... aunque los niños siempre buscarán esa esquina puntiaguda o esa baldosa rota donde jugarse el pellejo y conseguir una cicatriz de esas que deja la niñez.

Aunqe los parques no tengan arena ni hierros, los niños siempre serán niños

Avan dijo...

Jejej, nada más leer el post me vino a la cabeza el tobogán que menciona Raquel, peligroso era de cojones, más de uno se abrió la cabeza gracias a él.

Lo que más me contrasta entre hoy y los tiempos de Indurain no es que los parques modernos sean más seguros, lo que me choca es que están vacíos. Y potenciales usuarios hay, que me los cruzo todas las mañanas de la que voy al trabajo.

María a rayas dijo...

bueno...tampoco es que yo esté a favor de infancias temerarias, pero tengo la sensación de que hoy por hoy nos han metido tanto en la cabeza que la seguridad es un problema a escala mundial que nos hemos convertido en unos obsesivos de la seguridad, más todavía con respecto a los niños.
supongo que es normal con tantas Maddies y tantas Mari Luz en la televisión...pero chicos...que quereis que os diga...echo de menos la libertad que uno sentía (el viento en la cara...antecedente de la bicicleta) cuando se columpiaba con fuerza...

aaaaaaay....

pero como me dice Raquel...tampoco vamos a ponernos en plan "cuaquier tiempo pasado nos parece mejor" (aunque lo parezca a veces)
porque no se vive del ayer y hoy también puede ser un buen día, no?
al menos yo os lo deseo a todos vosotros

un beso fuerte

Anónimo dijo...

No me había vuelto a acordar de ese columpio María, el otro día no quise casi ni mirar el parque, no fui ni a visitar mi antigua casa!! Prefiero dejar esas cosas en el recuerdo, las quiero como las veía de pequeño, no como son ahora.

Cualquier tiempo pasado no es mejor, pero para nosotros las cosas ya no serán lo mismo, ni para nuestros padres lo que hemos vivido... todo es un bucle y creo que hemos tenido suerte.

Besos!

María a rayas dijo...

oye manuel...a mi me gustó mucho visitar tu casa y recuperar cosas que había olvidado...como el campo de fútbol (totalmente borrado hasta el sábado), las empinadísimas escaleras de tu casa, la cochera de tu amigo Ari (se llamaba así?)

a veces uno necesita refrescarse la memoria, pero está claro que se corre un riesgo...o nadie ha vuelto a ver el coche fantástico o McGiver y se ha aterrorizados con esa visión???
(escalofrío por la espalda, cambio de opinión:te doy la razón, hay cosas que sería mejor no volver a ver nunca y mantenerlas bonitas en el recuerdo)

si que tuvimos suerte si...

Cuento a la vista

Cuento a la vista
La parte niña del vestido a rayas