domingo, 25 de mayo de 2008

Blanco y Negro

Blanco había sido blanco mucho tiempo. Antes no, antes era una mezcla perfecta de otro color, pero el tiempo, como todo, acabó por deshacer el invento y Blanco empezó a rechazar todos los colores. Cada vez más blanco, cada vez más brillante.

Negro había sido negro mucho tiempo. Antes no, antes estaba abierto a los colores, a la luz, a la mezcla, pero al final, el tiempo, como todo, acabó por ir cerrando su puerta y Negro se quedó solo ante una paleta sin colores. Cada vez más negro, cada vez más noche.

Blanco, tan blanco, y Negro, tan negro, no hacían otra cosa que buscar la mezcla, pero ningún color era lo suficientemente bello, lo suficientemente intenso, para desearlo de veras, y por eso continuaban solos, absolutos, buscando. Hasta que un día, Blanco y Negro se conocieron en una fiesta de colores puros. Eran tan distintos que se gustaron desde el primer momento. Lo que no tenía uno era justo lo que le sobraba al otro, y así Blanco y Negro decidieron mezclarse. Se les veía cruzar los pasos de cebra cogidos de la mano y confundirse con el asfalto. Les gustaba comer arroz con calamares en su tinta, beber horchata, jugar al ajedrez en destartalados edificios de hormigón, besarse bajo la lluvia.

Pero Blanco había sido blanco mucho tiempo, y pronto tuvo miedo de contaminar todo su brillo y su luz con oscuras sombras; y a Negro, que había sido negro mucho tiempo, le desconcertó ver cómo su oscuridad se iba diluyendo, y le cegó tanta claridad.

Por eso, una noche sin estrellas, sentados en torno a una vela humeante, Blanco y Negro se dieron cuenta de que a pesar de los buenos momentos, de haber sentido durante años la necesidad de un complemento, de una mezcla, aquel amor bicolor no funcionaba. Todo lo que tenía uno le faltaba al otro, por eso decidieron no verse más.

Continuaron puros.
Cada uno por su lado.


13 comentarios:

Anónimo dijo...

Me temo que están condenados a estar solos. Cuesta trabajo imaginar que se puedan mantener ene esa pureza absoluta. El amor contamina mucho...

AROAMD dijo...

luego dices que yo... pero esta canción es tristérrima

y... el amor purifica, si es de verdad, yo creo que mejora a la gente

Anabel Rodríguez dijo...

Eres una fiera.

Bonita del Norte dijo...

jajaja nuestros personajillos... blanco y negro son unos grandes tipos!!

ETDN dijo...

Qué triste.

Y qué bueno.

Y qué real (por desgracia, aunque por fortuna sólo a veces).

Y la foto, genial.

¡La travesía sigue, jajja!

Y que nadie te quite la ilusión de transitar por Madrid con tu bici rosa, si el tiempo lo permite. ¡Este finde,al Retiro, que empieza la Feria!

Besote y que la lluvia no pueda con nosotras ;))

María a rayas dijo...

mmm Aroa...sí que es triste la canción, pero también lo es la historia de estos dos seres, que como bien dice Brujaroja, están condenados a estar solos...

yo también creo que el amor mejora a la gente, pero nos obliga a ceder, a mezclarnos, a abandonar nuestro color absoluto y amoldarnos a las nuevas tonalidades...

y cuando se ha sido blanco/negro tanto tiempo se corre el riesgo de sentir que el otro color, más que aportarte, te contamina..

María a rayas dijo...

ETDN se han entremezclado nuestros comentarios...
un abrazo!!

Avan dijo...

Así que el final feliz es terminar gris...

AROAMD dijo...

pureza es una palabra que... no sé por qué, no me convence...

yo creo que amar desde el respeto al otro en su esencia es lo único que puede funcionar. Las pequeñas concesiones... son estupendas.

Y que no creo, (pesada soy) en la pureza... llevamos dentro ya tantos pigmentos de personas, de cosas!

Gemma dijo...

Estupendo relato, María, tan lorquiano por cierto...
(¿Conoces la obra de teatro El público, de FGL? Te encantaría...)

Dices, primero: "Lo que no tenía uno era justo lo que le sobraba al otro, y así Blanco y Negro decidieron mezclarse." Y luego: "Todo lo que tenía uno le faltaba al otro, por eso decidieron no verse más."

Si es que cuando no se quiere, no se puede...

Un besote (no en vano, tu blog es a rayas, y multicolor)

Anónimo dijo...

Concebimos el mundo por opuestos...

María a rayas dijo...

mmm aroa...el tema no era la pureza, eso era más bien una excusa para hacer una reflexión sobre cómo la soledad acaba por convertirnos en seres tan individuales que no estamos dispuestos a dar nuestro brazo a torcer ni siquiera en el amor (especialmente en el amor) pero está claro que la metafora se me ha complicado demasiado y no ha quedado muy clara... :s

avan...sí, el final es acabar gris,o verde, o morado, o rosa, o naranja...el final feliz es acabar mezclado...

Mega...no conozco esa obra...tendré que buscar en las antologías lorquianas que andan por casa de mis padres...por cierto, me alegra que te haya gustado!

Magapola...creo que sí, que lo concebimos por opuestos, porque somos tan parecidos realmente que preferimos creer en las diferencias

gracias a todos por los comentarios y las visitas...siento haber contestado tan tarde...esta semana ha sido un no parar...

un abrazo!!

Víctor González dijo...

La madurez de la que carecen les impide comprender la teoría del cromatismo común, haciendoles sentir exclusivos.
Dales tiempo.
Besos.

Cuento a la vista

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La parte niña del vestido a rayas