
A ver. Ha salido una flor en el geranio seco de mi balcónn. Tengo gripe estival y cuerpo de jota, hormonas revolucionadas y sí, ya sé que son las hormonas, pero no puedo evitarlo. Me he pasado y he cocinado para todo el barrio. Pero solo estoy yo (y encima no tengo hambre). Tengo que escribir textito para el taller y en vez de eso solo enumero quejas en este post sin sentido. Miguel se había cansado de amigos invisibles. ¿sugerente? Es mi principio pero también el final de mi texto. El Bremen se me hunde y voy a quedar fatal. Aún quedan 24 horas y bendita oficina. Algo saldrá. Y en el escritorio de mi ordenador me encuentro un documento que alguien ha dejado sin permiso y que me revoluciona aún más la hormona.
Pero me niego y enumero mis motivos, que de nada sirven las intensidades, y que las montañas rusas es lo que tienen, que cuando estás arriba son maravillosas, pero que las caídas suelen ser estrepitosas. Y sonrío. Soy así, arriba, abajo, y mi hormona también tiene la culpa. De pronto, las cosas no parecen tan terribles y la vida es como esta calle San Marcos, llena de ruido a las 12 de la noche de un martes cualquiera. Llena de vida. Como mi geranio seco, que florece.
Pero me niego y enumero mis motivos, que de nada sirven las intensidades, y que las montañas rusas es lo que tienen, que cuando estás arriba son maravillosas, pero que las caídas suelen ser estrepitosas. Y sonrío. Soy así, arriba, abajo, y mi hormona también tiene la culpa. De pronto, las cosas no parecen tan terribles y la vida es como esta calle San Marcos, llena de ruido a las 12 de la noche de un martes cualquiera. Llena de vida. Como mi geranio seco, que florece.
(Florece!!!!!!!!!,
diga la hormona lo que diga...)
PD: Adjunto canción pelín hortera pero bastante propia.
diga la hormona lo que diga...)
PD: Adjunto canción pelín hortera pero bastante propia.