viernes, 21 de noviembre de 2008

De cómo nos marcó Heidi

Hubo un tiempo en que las cadenas privadas eran tan solo un experimento, había programación infantil en la televisión y yo medía menos de un metro y no era pelirroja (ni gafapasta). En aquellos tiempos legendarios había un programa en Telecinco que se llamaba "Super Guay". Estaba patrocinado por Nocilla y enlazaban uno detrás de otro dibujos animados nipones que iban más allá de la omnipresente Heidi. Todas las chicas eran cabezonas y tenían unos ojos enormes. Algunas jugaban al voleibol, otras hacían gimnasia rítmica y luego estaban los de Campeones, que se tiraban dos capítulos recorriendo un campo de fútbol kilómetrico. Lo ponían a las 8:30 y era una movida en casa porque coincidía con el telediario, que por aquel entonces empezaba a esa hora y duraba solo 30 minutos.

De aquellos años de animación nipona nos quedó en casa un balón de voley Mikasa que nos regalaron unos Reyes y una cierta manía mía a hablar en japonés inventado, especialmente con mi primo Miguel. Solíamos hacerlo en Navidades y a él le encantaba porque además de hablar en japonés inventado hacíamos artes marciales inventadas. Es lo que tiene ser niño, que todavía utilizas la imaginacion para divertirte de lo lindo sin pensar en lo que dirán los demás.

Pero pasado el tiempo las cadenas privadas se convirtieron en una plaga (y hasta aumentaron hace poco!!), los dibujos animados dejaron de estar destinados para los más pequeños y yo pasé del medio metro, me hice miope y me volví loca por el rojo. Además el balón de voley se debió de perder en alguna mudanza y a mí se me olvidaron las nociones de japonés inventado que durante tanto tiempo practiqué con mi primo.

Pero hace poco no sé por qué, y juro Anabel que el vino no tuvo nada que ver, recordé que moshi mo sihikae (frase mundialmente famosa por ser el principio de la canción de Heidi) significaba algo así como: deja que el japonés entre en tu vida.

Le dejé pasar, me eché unas canciones (sin artes marciales que una ya no está para estos trotes) y ahora el japonés me persigue. Esta es la última rareza con la que me he topado sin querer. Es France Gall cantando Poupee de Cire, Poupee de Son versión manga.

No se la pierdan
y buen fin de semana...

13 comentarios:

Álvaro Dorian Gray dijo...

Guauuuuu, Heidi.... me acuerdo de los cromos del Danone... que grande.
Saludos y salud

Anabel Rodríguez dijo...

¡moshi mo sihikae! Que maravillosa frase, cuantísimos recuerdos. La primera vez que pusieron los dibujos yo también medía menos de un metro, y tenía el pelo corto, muy cortito, parecido al de Heidi. Mis chapetas sonrosadas, mi pelo rizadito, y unos ojos grandotes, provocaron que los mayores comenzaron a llamarme Heidi. Hasta que una vez (juro por Dios que es cierto), me encontré con una señora, amiga de mis padres, y me preguntó ¿cómo te llamas bonita? HEIDI, respondí yo, completamente convencida. La señora me recuerda el episodio cada vez que me ve.
Heidi presidió mis cumpleaños en varias ocasiones, y protagonizó viajes en coche de larga duración.
¡Ainsss!. Si encuentro una foto la publico, para que me veas y te eches unas risas.
Por cierto, no pensaba que tuviera nada que ver con tu afición al vino, al que por cierto (especialmente tinto) yo también profeso afecto. Besitos y Sayonara (¿se dirá así?)

PD. Me volvió la afición por el japonés y el chino con Kill Bill.

Víctor González dijo...

Tengo un compañero que incluso traduce al japonés medianteuna página palabras que luego pone a modo de clave en el ordenador. Un sevillano de triana Belmonte, por más señas diría. "Hay gente pa to"
Beso.

Isabel Barceló Chico dijo...

Resulta divertida la canción cantada en japonés. En cuando a Heidi y aquellos dibujos japoneses, desde luego todos tenían los mismos ojitos, las mismas caritas e idénticos mechones de pelo sobre la frente. Con las televisiones privadas nos la jugaron a base de bien. ¿Te acuerdas que decían: habrá más competencia, menos manipulación, subirá la calidad de los programa....? aaaaagggg. Solo me consuela saber que no fui la única tonta que se lo tragó. Y así nos va... Saludos cordiales.

Carlos Felipe dijo...

Me gustaría 'denunciar' las opiniones que, queridos blogueros, habéis vertido en éste post. Habéis infringido una norma no escrita que puede hacer mucho daño: recordar el ayer... Ése es un pecado que me gusta cometer pero reconozco que cuando se hace, la resaca que te deja es agridulce. La melancolía se apodera de ti y la alegria y la tristeza se mezclan. Mala combinación. Siempre que lo hago acabo igual de mal, porque me gustaría volver y hacer todo lo que hice, porque me gustaría rebobinar aquéllos dibujos de Campeones, o aquéllas series míticas...
Es curioso compañeros, cuando llegaba el sábado o el domingo tú te levantabas el primero (a las 9 o así) y te ponías los dibujos sin entender por qué tus padres o tus hermanos seguían durmiendo. Aunque mejor era así, porque te adueñabas del mando y no tenías que aguantar aquéllo de "cuando seas mayor".
Qué recuerdos de ayer... Jugábamos al bote, al escondite... TODO GRATIS... Siempre 'negociabas' con tu madre la hora de subir de la calle; siempre protestabas por la merienda que te había preparado (nunca o casi nunca había Bollycao)... pero lo asumías, aceptabas las reglas porque hay una básica: los mayores mandan, los niños 'intentan' obedecer. Sin suerte la mayoría de las veces.
Entonces 'flipabas' con McGuiver o con el Equipo A...

En fin... lo véis como habéis infringido la norma... ¿ahora qué? ¿cómo se va uno a la cama pensando que efectivamente has crecido? Como decía, la resaca suele ser felizmente dolorosa...
Qué tiempos¡¡¡¡ donde prometer era jurar, donde amistad era eternidad. Donde la vida era sólo eso: un juego.
Un saludo a todos...

Anabel Rodríguez dijo...

¡Uy Carlos Felipe!. Tú sí eres melancólico de verdad, te diré que te puedes ir perfectamente a la cama si tienes niños de dos años esperándote, o simplemente alquien deseando echar unas risas contigo. Aquí no hay más reglas que las que cada uno se quiera imponer. Yo tengo demasiadas en lo que afronto cada día. ¡Aquí, toda la libertad que sea capaz de asumir! (tampoco creo que sea tanta).
Besitos a todos, y que descanséis

Carlos Felipe dijo...

Anabel, igual no me has entendido (espero que sí¡¡¡) 'Denunciaba' entre comillas y de forma irónica, porque cuando leo, veo o vivo algo que me hace mirar al pasado me encanta, pero también sé que cuando la magia de volver atrás se acaba tienes que asumir una resaca en el presente un tanto 'dura' (también entre comillas) porque no sé, lo peor que hemos podido hacer es crecer y hacernos mayores. Aunque de espíritu estemos allí todavía, con nuestro complejo de Peter Pan que bienvenido sea.
Era un excusa para pensar en mil recuerdos que tengo de ayer. ¿Sabes lo mejor? Que tengo tantos sueños por cumplir que para curar dicha resaca los pienso y los mejoro; o al menos eso intento.
¿Melancólico yo? Que va, sólo un poquito... JEJEJE.
Saludos a todos

Danielsan dijo...

Simplemente reivindicar para el panteon de los dibujos japoneses ochenteros los tambien contemporaneos y ultraviolentos (vete a saber por que dejaron que se emitiera esto en horario infantil) Caballeros del Zodiaco; como me flipaban, aunque supongo que eran mas de chicos. Y en este ambiente de nostalgias infantiles aprovecho para comentar una de mis obsesiones: la coleccion de cromos de Monstruos. Alguien la hizo? Lo que daria por volver a ver ese album...

Anabel Rodríguez dijo...

Carlos Felipe:
Por alusiones. Sí eres un melancólico, pero al menos miras al futuro con esa "mijina" de pasado que te hace lo que hoy eres, y lo que mañana serás. Besos y saludos.
Por cierto tienes un bonito blog.

Anita dijo...

Uyy, me suena esa cancioncilla...
Y de Heidi ¿Qué decir? Me encantaban esos capítulos llenos de frescor de las praderas, la bondad de Pedro,odiaba a la Señorita Rotelmeyer (o como se escriba)...

Una época en la que sentarnos frente al televisor era uno de los momentos preferidos del día, y si podía ser con pan y chocolate mejor. Si había bollycaos tb o DONUTS,jajjaja... Con qué poquito podía hacerse feliz a unos renacajos de los ochenta,jajja.

Me ha encantado el post, María.

Muakks con sabor a chicles BANG BANG .

Beatriz dijo...

Vaya parece que Heidi a calado fuerte en nuestras infancias...y más viendo los pedazos de comentarios...creo que nunca fueron tan extensos...jejeje.

En mi infancia también está Heidi y otras más: Campeones, Los caballeros del Zodiaco, los disminutos, Los fragel, Dragones y Mazmorras....y otros tantos. No hace mucho me hice una recopilación de las bandas sonoras de los dibujos más míticos de mi infancia y es genial, en cualquier fiesta triunfa el poner un temazo de estos.

Por cierto Marcela, te conozco, me conoces....las fiestas de este año de Macotera fueron la caña, mi primera esperiencia y ojala pueda repetir...pero lo de las patadas cuando dormiamos despues de la fiesta.....(firmado Bea)

María a rayas dijo...

uy, pues si que nos hemos puesto melancólicos todos...yo que quería haceros reir un poco con esto del japonés...

Beaaaaaa, jajaja....como que patadas?Yo???que bien encontrarte por aquí!

Anabel...quiero verte pequeñina y con cara de Heidi..

Isabel Romana...bienvenida al vestido a rayas!!!

Carlos Felipe...la que hemos liado!! mirar hacia atrás de vez en cuando está bien, pero eso sí...con AUTOCONTROL..jijiji

Álvaro...¿cromos de danone? no me acuerdo de eso...mieeeerda!!!

Dani!me alegra encontrarte por este vestido a rayas...no tengo ni idea de los cromos a los que te refieres, pero claro...es que yo era de las de Candie Candie...(cursi a tope...qué le vamos a hacer!!)

Víctor, si que hay gente pa'tó...pero yo quiero conocer a tu amigo...

Ay Anita...no le decía yo que no ahora a un donut...mmmmm

sayonara a todos...

FBlack dijo...

yo solo se decir "te quiero" en chino y en japonés, pero eso si no me pregunteis como se escribe ni porque lo se...;)

Cuento a la vista

Cuento a la vista
La parte niña del vestido a rayas