Había estado lloviendo todo el día, pero por la noche se abrió el cielo. Había muchas estrellas y una luna estrecha, sonriente y amarilla. Una vez traté de fotografiar el cielo estrellado con mi cámara, pero no salió nada: tres puntos azules que poco se parecían a lo que veía con mis ojos. Y me mostraste la pantalla oscura donde en efecto, tres puntos azules eran una burla cruel a esa belleza que teníamos sobre nosotros, todas esas estrellas.
Aquellos eran los primeros días fríos del último verano. Tú te habías empeñado en llevarme a los campos de viñedos que había junto a tu casa y yo te seguí arrastrada, sin poder dejar de mirarte: cada rasgo, cada gesto, cada pequeña imperfección de tu cara.
Bebíamos vino blanco, respirábamos ese aire a mar cercano e invisible y hablabámos de futuros paralelos en los que no nos tocábamos. Yo te hablaba de Madrid y tú de viajes infinitos, de tierras exóticas, de estrellas lejanas.
Luego en la cama tú te quedaste dormido en seguida y yo no paré de dar vueltas bajo el edredón de flores. Me levanté a cerrar la ventana que se había quedado abierta y contemplé aquel cielo estrellado de finales de verano. Me habría gustado hacer una foto al cielo, materializarlo y dejarlo así, tal y como estaba, perfecto. Pero no se pueden fotografíar las estrellas y volví a la cama.
Ahí me esperabas con los ojos cerrados y el alma tranquila. Como una estrella en el cielo que no puede fotografiarse.
No nos poníamos de acuerdo, pero sonreíamos complacientes.
Luego en la cama tú te quedaste dormido en seguida y yo no paré de dar vueltas bajo el edredón de flores. Me levanté a cerrar la ventana que se había quedado abierta y contemplé aquel cielo estrellado de finales de verano. Me habría gustado hacer una foto al cielo, materializarlo y dejarlo así, tal y como estaba, perfecto. Pero no se pueden fotografíar las estrellas y volví a la cama.
Ahí me esperabas con los ojos cerrados y el alma tranquila. Como una estrella en el cielo que no puede fotografiarse.
8 comentarios:
Muchas veces, la mejor fotografia está en el recuerdo.
Muakk.
Las camaras no captan lo que nosotros tenemos ante nuestras narices, no son tan fieles a nuestra subjetividad como nos gustaría ¿no crees?. La mejor foto... tu relato. Me quedo con ella.
Besos
PD. Esa afición tuya al vino me está comenzando a preocupar, sobre todo porque no invitas. ¡ja,ja,ja!
jajaja Anabel...la verdad es que tampoco soy demasiado "vinera" no te vayas a creer, pero es que el vino es bastante más poético que la cerveza no te parece???
chicas!! yo también creo que las mejores fotografías están en el recuerdo...lo que pasa es que fotografíar una estrella, algo imposible, nos muestra que muchas veces las cosas bellas que nos rodean solo podemos admirarlas, pero no poseerlas, guardarlas y llevarlas a casa...
buen fin de semana a las dos!!
No hay fotografía capaz de captar la belleza más auténtica, los mejores paisajes, los momentos inolvidables: esos fragmentos mejor vivirlos intensamente que intentar retenerlos en una sola imagen.
A veces nos preocupamos más de sacar la foto que de disfrutar la realidad (aunque confieso que yo alguna vez he intentado fotografiar una luna en la noche...)
besos
pd.- Ains, tu texto me ha hecho volver a pensar en el verano, en las noches de verano...
para fotografiar una estrella hay que dejar que la luz entre por un pequeñísimo agujerito durante mucho tiempo...
si se deja entrar de golpe, de una vez, puede que su luz acabe quemando el papel, la sesibilidad del papel, marcellita
Ya hacia tiempo que no entraba y me he encontrado una maravilla escena.
Como bien dice aroa, la única manera para captar la foto es aumentar el tiempo de exposición.
Mucho mejor, si la película es nuestro recuerdo y la lente nuestra retina. Así que, ante tal imagen lo mejor es que te quedes embobada, yo lo haría.
Un saludo y un besote.
ETDN estoy totalmente de acuerdo en lo de que a veces nos dedicamos a ver las cosas a través de una pantallita en vez de mirarlo de verdad, del natural, como debe ser. Miramos hacia el futuro/pasado en vez de disfrutar el momento sin más...
Aroa, no siempre podemos controlar la luz que nos llega, ese es el problema. No siempre salimos de casa con gafas de sol o tenemos el obturador lo suficientemente cerrado...por eso a veces se nos quema la foto...
anónimo, bien por el regreso!!
Anabel, he puesto la foto especialmente para tí, que siempre dices que no invito a las copas de vino. Pues bien, hay dos sobre esa mesa de cuadros y una es para tí...salud!!!
Para que utilizar fotos si tus palabras son mejor que las fotografías, en las fotos no salen sentimientos.
Saludosy salud
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