martes, 2 de diciembre de 2008

mar de tierra

Cuando llegaron a la playa el viejo supo a que se referían los periódicos. El mar se había convertido en una enorme explanada de tierra repleta de conchas sin vida. Se habían acabado los buenos tiempos. Antes, le dijo el viejo al niño, esto era un lugar lleno de agua donde podías hundirte sin remedio, pero también nadar, saltar las olas, sentir la sal. Era precioso. Había siempre un murmullo suave, como una canción de cuna y graznidos de gaviotas por todas partes.

El niño se desprendió de la mano del abuelo y corrió a la orilla seca. Recogió con la mano una de las conchas y sintió cómo se convertía en polvo entre sus dedos. Caminaremos sobre este mar sin olas y encontraremos algún lugar habitable, no te preocupes, le tranquilizó al comprobar por su mirada que estaba aterrado.

Le cogió de la mano y emprendieron el viaje.
Pero no encontraron nunca su destino.

11 comentarios:

RGAlmazán dijo...

¡Qué triste! Esperemos que no se haga realidad.

Salud y República

ETDN dijo...

Sería terrible. Pero tampoco es algo descartable, aunque supongo que , afortunadamente nosotros no lo veremos.
De momento, Venecia se desborda y se ahoga.
Triste historia. ¿Cómo explicar el mar?

Carlos Felipe dijo...

Ése mar que narra el relato no ha desaparecido. Está en la memoria y en la mirada del 'viejo'. Ésa es la ansiada eternidad a la que debemos aspirar.

Anabel Rodríguez dijo...

¡Que triste!. Aunque tal vez no encontraron ese destino, y dieron con otro.
Bufff, tu narración me da miedo, sólo imaginarlo es terrible. Nuestro planeta seco.
Besitos

Anita dijo...

Jooo, que penita...

Pensemos que encontraron otro camino, aunque no fuera el destino que ellos buscaban.

Muy buena elección de la fotografía con el texto.

Muakk

María a rayas dijo...

mmm, tenéis razón chicos!!la verdad es que no es la alegría de la huerta este relato...aunque por suerte todavía es solo "ciencia ficción".

ETDN, qué cierto, cómo explicar el mar? Aunque como dice Carlos está en la memoria del viejo ¿pero como transmitirlo?

Anita, como me pasa a menudo la foto creó el texto y no al revés.(Para quien no lo conozca ese mar de tierra se esconde en la fachada de un edificio de Salamanca)

Anabel!beso para olvidar el miedo!!

Rafa no dejaremos que se haga realidad...no? (aunque hay mucho cazurro suelto la verdad...)

un abrazo a todos

Gemma dijo...

María, ¡qué buen relato!

Tiene ecos como de leyenda o de fábula antigua...

Un beso

NáN dijo...

¡Ohhhh! Había dejado un sesudo comentario (del tipo "ya no hay tiempo pero hagamos como si sí").

Pero no está y la pereza del domingo al mediodía me impide recordarlo y rehacerlo.

Hermosa metáfora de la realidad: solo un viejo y un niño, los únicos seres sin objetivos, puede buscar un estino.

María a rayas dijo...

Mega, sí, es como un relato futurista de un pasado lejano, algo así quería crear...

Nán, ¿verdad que a veces eso de los objetivos nos lía todo? ayyy

un beso a ambos!!

Anónimo dijo...

que bien escribes...que bien

de donde vendrá mar...gañan

María a rayas dijo...

pues el mismo nombre lo dice...es el mar de los gañanes...no? además de un ríachuelo ridículo y entrañable de algún punto indefinido de la meseta salmantina...;)

jijijiji
besos

Cuento a la vista

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La parte niña del vestido a rayas