lunes, 25 de enero de 2010

cine americano versus cine europeo

No puedo remediarlo: siempre me enamoro en el transporte público. Es un chico de mirada oscura que lee una novela de Murakami. Sólo ha existido de Gran Vía a Núñez de Balboa. Pero su recuerdo ha inundado el vagón hasta Diego de León y luego ha hecho el transbordo conmigo, hasta aquí, hasta este asiento gastado de autobús interurbano desde el que escribo.

Si hubiésemos sido protagonistas de una serie americana él se habría bajado en la misma parada que yo, consciente de que no paré de mirarle durante todo el trayecto. Entonces, en las escaleras mecánicas habríamos coincidido y nos habríamos sonreído.

Hola, he notado que me mirabas.
Sí, quería saber que libro leías. ¿Te está gustando?
Sí, mucho. Si quieres te lo presto.
O vamos a tomar un café algún día.
Por ejemplo ahora.
Por ejemplo.

Y ya sabemos como habría acabado eso. Pero por desgracia, o por suerte, esto es la vida real. Aquí los chicos guapos de los que una se enamora en el metro siempre se bajan una parada antes. Todo queda en un juego furtivo de miradas en las que a menudo solo has participado tú. Y cuando te bajas del metro, haces el transbordo infernal de Diego de León mientras alguien toca Let it be al final del pasillo. Luego subes al autobús y a tu lado no se sienta ningún príncipe azul sino un hombre con gesto cansado que respira pesadamente y abre una cerveza mientras te mira descaradamente las piernas. Afuera llueve, el tráfico es lento, el tiempo rápido. Llegarás tarde, y agotada. Te meterás sola en una cama fría, en una casa fría y oscura.

De repente has dejado de ser el personaje cursi de una mala comedia americana, para convertirte en la heroína fracasada de una película europea.

20 comentarios:

alicia dijo...

... pero si la peli americana siguiera te verías años después con tu ya marido (un poco calvo, con una camiseta de los bulls)y tres rubios churumbeles con pelo de pajecillo llamados Bryan, Bobby y David desayunando mantequilla de cacahuete mientras tú ves cualquier bodrio en uno de tus quinientos canales de la tele. Luego cogerías el coche para llegar a una oficina donde hagas lo que hagas todo saldrá tal y como es de esperar: empalagosamente Bien. Y con moraleja.
En cambio, en la peli europea serías una mujer llena de dudas, sí, pero también de bellísimos escapismos de la rutina. Vas caminando al trabajo y, a veces, tomas una ruta diferente y cruzas tu mirada con algun desconocido que te sonríe. Cada día es una historia diferente y también una contradicción y lo mejor es que todo puede acabar bien o rematadamente mal... de cualquier manera. Que es de lo que se trata.

Abrazos por sorpresa

RGAlmazán dijo...

Lo que cuentas es como la vida misma. Es la vida misma. Y lo haces de forma que quien te lee se mete en tu relato desde el primer renglón. Niña, dinos el secreto. Por cierto, y el niño guapo, él, se lo pierde.
Besos.

Salud y República

NáN dijo...

¡Viva el cine europeo!, donde, tiene razón Alicia, seguirás siendo la más bella dentro de 30 años.

(Por cierto, el que te miraba las piernas era yo, pero no me reconociste por las gafas de sol).

El comentario terminaba aquí, debía terminar aquí. Pero el palabro que me suelta la máquina es

eddipsyc

¿Qué se puede hacer cuando te llaman eso?

La independiente dijo...

Me encanta el final, María. Creo que es perfecto para el cuentito.

Un beso,
X.

Fleischman dijo...

Me siento identificado con el relato. He de confesar que también giro la portada del libro en el ángulo preciso para que alguna chica guapa sepa lo que estoy leyendo. Es patético y no funciona nunca. Sospecho que siempre me bajo una parada antes que ella.

María, ¿has visto el corto "El columpio"?

Unknown dijo...

Genial, como siempre.
Me uno a Alicia. Viva el cine europeo, tan real, tan hondo. Sólo hay que saber como vivir nuestras películas, y disfrutarlas tal cual son.

Como siempre, sólo te pido que sigas deleitándonos.

Besos desde la ciudad del frío (hoy) y del metro de transbordos eternos.

Anabel Rodríguez dijo...

Para gustos colores y yo soy una gran seguidora de las pelis americanas. ¿Algo en contra de Historias de Filadelfia, Annie Hall? ¿Alguno no disfrutó de alguna forma viendo la Princesa Prometida? ¿Alguien no adora a El Apartamento?. A cada uno lo suyo, ni todo lo europeo es bueno, ni lo yankee malo, ¿ok?.
Un texto muy certero y en cierto sentido divertido.
Besos

NáN dijo...

¡Anda! ¿Esas películas no son europeas?

Yo seguía un método simple.

Happy and edulcorated end: cine americano.

Hasta aquí hemos legado y ya (no) veremos lo que pasa (si es que pasa algo): cine europeo.

No pensaba que la región geográfica tuviera nada que ver.

Avan dijo...

Bueno hombre... míralo por el lado bueno, muchas pelis americanas que empiezan así acaban con el romeo de turno peinando con un cuchillo la cabeza seccionada de la chica mientras tararea una canción infantil, dejando asomar un hilillo de saliba entre sus labios..


Todo es cuestión de perspectiva!!

María a rayas dijo...

En el fondo lo de menos era el enfrentamiento cine europeo contra cine americano. Estoy con Nano en que la definición va más alla de la nacionalidad...(lo has explicado muy bien, como siempre querido!!!)

Se trata de esa vida misma que decía Rafa, y de lo lejos que están de la realidad esas historias "americanas" de final feliz (no porque las cosas no puedan acabar bien, ojo, no estoy poniéndome negativa, simplemente es que ocurren de una manera distinta)

Alicia, la posibilidad de que cada día haya una historia diferente es algo mágico...supongo que por eso nos agobiamos cuando sentimos que cada día que pasa es igual al anterior...

Avan, te has puesto de lo más gore...escalofrío....

Anabel...adoro Annie Hall...y por cierto hace poco(3 o 4 meses) volvieron a dar la princesa prometida en la tele...uoooh...es taaaan guay...pero es ficción dentro de la ficción, un cuento, así que no cuenta porque nadie se la cree del todo.

Clarita....hola!!! tenemos pendientes unas cañas...

Fleischman...no he visto el columpio...uhm....y tampoco me he encontrado contigo en el metro...si no...

Xavie...me alegro que te haya gustado el final...espero que tb el principio ;-)

Nano la próxima vez que me mires las piernas hazlo sin gafas, que merecen una visión detallada :-P

Rafa, pues si que se lo pierde sí...


un abrazo a todos

Juanra dijo...

Justo hoy venía al trabajo en el metro leyendo Tokio Blues de Murakami...pero soy de Barcelona ains, que lástima...
A veces la vida es más emocionante que friends, incluso que Anatomía de Grey

conde-duque dijo...

Muy bueno, María.
Un aplauso.
Y besos.

ETDN dijo...

Gracias por expresar tan acertadamente lo que todas/os hemos pensado/sentido alguna vez. Genial. y me siento identificadísima, of course...

bss

Fleischman dijo...

Oculto mis arreboladas mejillas con las tapas de Moby Dick y resoplo cual cetáceo suburbano con tu comentario.

gemotilia dijo...

Mery te has salido, la prueba está en la cantidad de comentarios que no dejan de llover o mejor dicho de nevar (porque con este tiempo??)

La vida es nuestra pélicula y nosotros tenemos que intentar ser los protagonistas de ella, da igual que sea europea o americana lo importante es que sea una buena y eso en gran parte depende de nosotros.

Asi que ...........que vemos hoy???

Por cierto Tokyo Blues muy bueno y metemos otra variable más...literatura nipona.

No te dejará indiferente

María a rayas dijo...

jajaja...me parto con el cetáceo suburbano colorado...eres un personaje total...¿de peli americana, europea, acuática, terrestre?

JuanRa...pues habria sido genial que hubieras sido tu y de vuelta a casa, frente al ordenador leyeras esta entrada y dijeras...mierda...yo que me bajé antes de tiempo porque me equivoqué de parada...

Conde Duque...me pongo a lo Fleischman como cetáceo de arreboladas mejillas con tu aplauso...

ETDN...es que enamorarse en el metro es un clásico...no hay quien se resista...y luego la gente prefiere ir en coche...hombrepordios

bloggero de Reus..bienvenido al vestido a rayas

gemotilia...cuanta publicidad a la literatura japonesa, qué pasa??¿trabajas para Murakami?para Tusquets? o simplemente es una manera de recordarle al mundo que me debes una comida japo???jijijiji

besos a todos

Fleischman dijo...

Mi aspiración es mantener el espíritu europeo, para tratar de vivir un clásico americano, a lo Billy Wilder. ;)

Shot dijo...

jo, este me encanta.
me siento identificada, sobretodo en lo de "Todo queda en un juego furtivo de miradas en las que a menudo solo has participado tú"
es triste, pero me gusta el final.

María a rayas dijo...

hola shot!
a veces hay que dejar volar un poco la imaginación en los viajes de metro...que si no a una se le hacen muy aburridos...y quien sabe...a lo mejor tú has sido parte más de una vez de juegos furtivos de miradas en los que ni sabías que habías participado...
quien sabe, ¿no?
un abrazo!

Anónimo dijo...

Por fin llego para unirme al aluvión de comentarios, me gustaría decirte :"Chica eres fantástica"

Cuento a la vista

Cuento a la vista
La parte niña del vestido a rayas