lunes, 25 de octubre de 2010

Bendición



En Berlín hoy hace sol. Es increíble lo maravillosa que se vuelve esta ciudad cuando es bendecida por el astro rey. Uno se quedaría aquí para siempre. Cogería la bicicleta durante horas y pasearía por los parques de esta ciudad ociosa, observando a los berlineses sonreírle al frío.

También el sábado hizo sol. Me desperté temprano amenazada por la tos, encendí el ordenador, terminé un cuento. Luego me marché al norte. Bajamos unas escaleras, nos metimos en un búnker. Hablaron de la guerra. Fría como aquellos pasillos, absurda como la idea de sobrevivir a un holocausto nuclear. Cuando salimos ha pasado la hora de la comida, pero tenemos hambre. Volvemos al barrio y buscamos un lugar donde tomar una sopa. Es un asiático y la comida está picante. Comemos tranquilos y a deshoras. Con la felicidad de saber que no hay obligación alguna. Que es aboslutamente sábado y que no hay nada mejor que darse al placer de la risa en esa ciudad con sol. También a deshoras dormimos una siesta y me despierto perdida, con el cuerpo lento y el rejoj veloz. Me pinto el ojo.

Luego nos vamos a una fiesta. Alguien me cuenta que estrenará una obra de teatro en Münster. De qué va, pregunto y bebo mi cerveza como si besara una boca. Después ya no recuerdo el argumento, pero bailamos en un bar lleno de gente. Se nos hace tarde y el teléfono suena pronto. Es domingo y llueve. Me meto en la ducha y el cansancio se me escapa por el desagüe. Quiero salir a disfrutar el domingo aunque el tiempo no acompañe. Desayunamos leyendo el periódico y observando desde la cristalera de la cafetería como el viento arma un revuelo de hojas amarillas en la Oranien. Caminamos, vemos una peli, alguien nos trae un pastel. Está delicioso.

Más tarde voy al encuentro. Pedaleo sin gafas y la ciudad se vuelve borrosa. Me encojo de frío. Paseamos por las calles oscuras y buscamos donde cenar. Voy donde antes era siempre y me pido un ayram. El plato es demasiado grande y como siempre dejo el halloumi, pero no está Fran para comerse el resto. Entro al baño y recuerdo que fue allí donde leí el cartel que me llevó hasta Frauke. La vida se construye a base de casualidades, dice Celia y tiene razón.

Me meto en la cama agotada. Siento mi cuerpo frágil y una sensación dulce y suave.
Como el fin de semana. Como la felicidad.

8 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Nena que bien que narras. Eres una artista: el cansancio se me escapa por el desagüe.
Me ha gustado mucho. Un beso.

Salud y República

NáN dijo...

Jodeeeer, Marieta. Vamos a hacer un pacto. Si tu vida y tu escritura sigue mejorando así,quédate en Berlín que ya iremos a verte de vez en cuando.

Anónimo dijo...

Anónimo dice:
Es un fin de semana de pequeñas cosas pero vividas con gran intesidad. Disfruta y recoge experiencias para luego trasmitirlas a tus esperantes lectores.
Besitos domingueros.

Álvaro Dorian Gray dijo...

qué bien te sienta Berlín... Si algún día voy te pediré opinión y recomendaciones.
saludos y salud

Microalgo dijo...

Aproveche su Gracia Imperial.

El sol, quiero decir.

María a rayas dijo...

Rafa, gracias por el piropo (te confieso que el cansancio se escapó por el desagüe, pero luego me alcanzó quiensabecomo en la calle, sin previo aviso...)

Nano...no sé que me emociona mas, que te parezca que vida y escritura van mejorando o que tú, con lo Traveler que eres, me digas que vendrías a verme en caso de...
:o)

Las pequeñas cosas son las que marcan el ritmo de la vida...las grandes suelen romperlo y cambiarlo de rumbo...no crees?

Ávlaro...no serías el primero...tengo una e-mail guía hecha que paso a amigos y compañeros...pero tendría que actualizarla ya...

Microalgo, gracia la tuya, majetón

un beso a todos

gemotilia dijo...

Coincido en la frase del desague........me encanta, espero que ahora cuando me duche viva el efecto de quitarme el cansancio y lo observe yendose por el desague........y si no lo siento??????????

A lo mejor es solo en tu ducha de Berlin????
No problem iremos pronto a vivir esos efectos del agua caer ;)

Gemotilia dijo...

Por cierto, antes lo lei sin la musica.

Gran canción, no se si a ti te recuerda pero a mi si.....a ese road trip por Alemania hace años y que tuvo su apoteosis...."me refiero a la canción" a la llegada a Munich y durante la busqueda del albergue......la oimos incansablemente...tanto que se quedó en mi vaga memoria.

Un beso

Cuento a la vista

Cuento a la vista
La parte niña del vestido a rayas